Peñausende
Dos rocas y un mismo proceso
El interior de la tierra
Sayago es la comarca donde el Duero emprende su camino hacia el Atlántico. Tras más de 400km desde su nacimiento y nada más dejar la capital de Zamora, el río se encaja en los materiales más antiguos de la península.
El río ha cortado la roca dejando a la vista la morfología de los granitos y gneises de la formación Villaseco-Pereruela. Gracias a ello, hoy podemos observar limpios desfiladeros y estrechos cañones en el área de los Arribes. Las curvas del Duero son, como casi siempre, producto de la tectónica que no solo formó las montañas del pasado remoto, sino que también condujeron su cauce hacia Portugal.
Pero no todo Sayago son arribes: la penillanura sayaguesa también es uno de sus grandes atractivos. La tranquilidad y naturaleza de un paisaje casi desértico y poco invadido por la mano humana es el hogar de estas rocas lejanas y primitivas. Un lugar que se cernía bajo enormes presiones y temperaturas entre dos continentes que chocaban, dejando, a su paso, las rocas ígneas más famosas de Zamora: los granitos.
Dos rocas y un mismo proceso
La influencia de la geología en un relieve
El tesoro de Piñuel
El día que el Duero encontró el mar
Peculiaridades de un pequeño cañón
Recuerdos industriales de otro tiempo
A través de nuestros itinerarios propuestos, siguiendo las señalizaciones podrás descubrir los puntos geológicos más relavantes