La falla de Peleagonzalo

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La falla de Peleagonzalo

Se encuentra en la carretera ZA-P-1102 un poco antes del puente que une esta ruta con la N-122 llegando desde Zamora. Debemos desviarnos ligeramente del GR-14 para encontrarla.

GR-14 La Senda del Duero (Etapa 18) Toro-Zamora.

La etapa comienza en la margen izquierda del río Duero, junto a la carretera CL-519, muy cerca del área recreativa del Puente Mayor en las afueras de la localidad de Toro.
El sendero transcurre próximo al río hasta alcanzar la carretera CL-602. Tras cruzarla, la calzada continúa entre una gran extensión dominada por maizales.
El río siempre permanece próximo al trazado, aunque oculto entre el denso bosque de ribera, por lo que resultará raro ver sus aguas. El Camino Natural avanza junto al canal de San José por un amplio camino agrícola que deja a los lados extensos cultivos de regadío. Pro tanto resulta perfecto para conocer la geomorfología de la Cuenca.

Distancia total: 37,6 Km
Duración estimada: 7h. y 30min.
Puntos de interés: Morfología de la ribera del Duero y de los afloramientos de roca de la Cuenca del Duero.
Periodo del año: Todo el año.
Elevación Mín/Máx: +600m /-900 m
Aumento/Perdida Elevación: +237 m / -249 m

El último movimiento de las placas

Las sucesiones de estratos horizontales que caracterizan a la cuenca terciaria del Duero fueron durante décadas explicadas acudiendo exclusivamente a su origen sedimentario fluvial. No se pensaba que existiera una posible actividad tectónica relevante que hubiera pudiera haber transformado dichas estructuras, pero una nueva corriente de pensamientolínea de investigación en Geología estructural hizo que esta explicación llegara a valorarse.

La falla de Peleagonzalo es una pequeña pista sobre un acontecimiento mucho mayor a escala regional: la descripción académica de esta estructura es una falla con dirección norte-sur y buzamiento o inclinación oeste. Su carácter de tipo normal hace que el labio este descienda con respecto al oeste. Este tipo de estructuras se producen cuando los esfuerzos a los que se ven sometidas las rocas sobrepasan su límite de resistencia y originan fracturas más o menos perpendiculares a la dirección del esfuerzo.

Alpecto de la falla de Peleagonzalo. El labio oeste está hundido respecto al este

Si lo pensamos, en el caso de una falla normal, podemos ver que los esfuerzos son de tensión, y, por tanto, pensaremos en un periodo extensivo (o de alargamiento) del terreno en el plano horizontal, que en este caso se ha producido con una dirección este-oeste.

Ahora bien, ¿Qué implicaciones tiene una falla de este tipo? Ciertamente, la falla de Peleagonzalo es diminuta a escala regional, pero sus implicaciones son de vital importancia para entender la transformación de la Cuenca del Duero y su definitivo encajamiento por los Arribes del Duero. No está sola: forma parte de un «sistema» con direcciones dominantes norte-sur, lo que simboliza que, a finales del Terciario, una fuerza tectónica muy intensa basculó la cuenca con dirección este.
Reconstrucción paleogeográfica de la Cuenca del Duero
Sistema de fallas de la Cuenca del Duero
Recordemos que hasta ese momento todos los sedimentos desaguaban en un área situada en la actual Valladolid, no obstante, a finales de la era cenozoica todo cambió: la enorme fuerza tectónica creó fallas como la de Peleagonzalo e inclinó toda una cuenca haciendo que, lo que había sido hasta ese momento una bañera de sedimentos, pasase a ser el desagüe fluvial en el que hoy se ha convertido.