Lleva al senderista a recorrer la sierra próxima a la localidad de Morales del Rey, pudiendo apreciar un alcornoque centenario, ciertos puntos donde es posible apreciar el espléndido paisaje natural del lugar, y los ejemplos de sinclinales colgados y el relieve apalachense característico.
Distancia total: 17 Km.
Duración estimada: 5h.
Puntos de interés:Visón global de la morfología fluvial, atravesando la Sierra las Carpurias.
Periodo del año: Todo el año, especialmente primavera y otoño.
Elevación Mín/Máx: T+893 m /-720m.
Aumento/Perdida Elevación: +550 m / -550 m.
Los Apalaches zamoranos
Esta serranía que delimita al Valle del Tera por el noreste está compuesta por unas alineaciones cuarcíticas de unos 30km de largo y unos 6km de ancho. Su dirección, entre Ayoó de Vidriales y Manganeses de la Polvorosa, es la típica de la estructura hercínica/varisca que también observamos en Alba y Aliste. Así, está constituida por dos alineaciones montañosas fundamentales que la delimitan por el noreste y por el sudoeste. En la zona central quedan 2km de niveles con pequeñas depresiones y cabeceras de arroyos, como el de Ayoó o el de Encalada
Fotografía aérea del aspecto serpenteante típico del relieve apalachense de la sierra de Carpurias
La formación Culebra (cuarcita armoricana) conforma la alineación más importante: la Sierra de Carpurias propiamente dicha. La Sierra de Carpurias enlaza al noroeste con la Cabrera, siendo el Cerro Labrador (1.000m) su punto cumbre.
Se puede observar en la distancia una cierta tectónica de bloques, producto de la orogenia alpina, que hace que las lineaciones de las cumbres queden escalonadas, como se muestra en la siguiente imagen.
Vista aérea del relieve en la zona de las Carpurias. En rojo los bloques afectados por la tectónica alpina
El resalte de la sierra es producto de la presencia de resaltes longitudinales correspondientes a los restos de los flancos desmantelados. Esto es, el desmantelamiento de los materiales menos resistentes: en este caso las pizarras y del resalte de las cuarcitas, mucho más duras y difícilmente erosionables.
Finalmente, la Sierra queda sepultada bajo los sedimentos cenozoicos de la Cuenca del Esla para perderse bajo la enorme cuenca del Duero.
Es sin duda alguna uno de los mejores ejemplos de modelado apalachense del territorio zamorano: una forma de modelado en rocas muy antiguas que convierten al relieve en una plataforma de erosión. Como en los Apalaches americanos, los relieves de este tipo ocupan casi siempre superficies en las llanuras y en las cuencas sedimentarias y están formados por capas o estratos que muy rara vez presentan una disposición horizontal.
Sus caracteres principales son los:
Anticlinales vaciados: presentan un relieve invertido ya que las partes que en un principio habían quedado a mayor altura forman ahora partes más bajas, en lo que se denomina valle anticlinal. Es aquí donde se asentó el poblado de Arrabal.
Sinclinal colgado: forma una meseta aislada por la erosión, por lo que todos sus lados suelen ser abruptos hacia fuera con una depresión en su interior formada por la curvatura original del estrato superior o sinclinal.
